¡La bicicleta de mi hijastra necesitaba reparación, así que ayudé! A cambio, ella mostró aprecio de la manera más sensual. Nuestro encuentro fue intenso y lleno de pasión cruda, dejándonos a ambos satisfechos.
Ayudaba a mi hijastra a reparar su bicicleta cuando de repente se levantó de la bicicleta y comenzó a besarme.Al principio me desconcerté, pero luego me di cuenta de que esta era solo su manera de dar las gracias.Los dos estábamos bastante calientes desde hace un tiempo, y ya era hora de que hiciéramos algo al respecto.Podía sentir su calor corporal contra el mío mientras se subía encima de mí, a horcajadas con sus grandes y firmes tetas rebotando arriba y abajo mientras ella me cabalgaba.Era un espectáculo para contemplar, y no pude evitar excitarme aún más con ello.Me cabalgaaba duro y rápido, su culo latino rebotando hacia arriba y abajo cuando me llevaba profundamente dentro de ella.Era una cabalgata salvaje, una que me dejaba completamente gastado y satisfecho.
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